Acerca de la cuestión de la Anorexia

Actualizado 1 marzo, 2023 Por Fundación Proyecto Asistir

El rechazo a comer, es un signo fenoménico que se puede presentar en cualquier estructura psíquica.  Este fenómeno, cuando se presenta acompañado por algunos signos del orden de lo orgánico es interpretado desde la psiquiatría como una estructura. Nosotros pensamos que en la anorexia de lo que se trata es de una posición en relación al Deseo del Otro, articulada al rechazo de la demanda del Otro.

Así, no en todos los casos la anorexia puede ser pensada como un síntoma analítico.

En la anorexia, el rechazo dirigido al Otro, a la demanda del Otro es el único camino que el sujeto encuentra para acceder a su deseo a partir, nos va a decir Lacan en » La Dirección de la Cura “… de cavar la falta en el Otro, en la omnipotencia del Otro»(a). Es en ese sentido que nos dirá: » … que el sujeto juega en la anorexia con su rechazo del don de amor como un deseo “.   Deseo de un objeto en tanto que » signo de una nada » como plantea Lacan en el SEM. IV.(b)

Creo que podemos pensar este objeto nada, el nada al que se refiere Lacan   en su texto “La subversión del Sujeto ……» (c) como antecedente de los desarrollos posteriores de Lacan, en relación al objeto a, articulados con posterioridad al Seminario de » La Lógica del Fantasma» (d):  el objeto a en tanto que signo de una falta. Deseo del objeto oral en tanto que perdido, plantea Lacan en relación al objeto nada en el Seminario XI. (e)

En esta línea podemos pensar la posición frente al deseo en la anorexia articulada de alguna manera a la operación de separación (f), en tanto que rechazo del Otro, y el advenimiento del deseo articulado a la falta. Separación del objeto a. Operación fallida en tanto y en cuánto deja muchas veces al sujeto en la anorexia preso del fantasma del Otro. Así, posicionado desde ese lugar de objeto del Fantasma materno, puede generar a partir de su mostración la angustia en el Otro.

Es efectivamente, cuando Lacan está desarrollando sus articulaciones en relación a la operación de alienación y separación en el Seminario XI(g), cuando plantea la posición del sujeto en la anorexia mental articulada a la posición de separación.

Nos va a decir entonces, que el sujeto va a responder a la pregunta por el deseo del Otro en la anorexia, a la manera en la que el niño responde frente al enigma del deseo del Otro con su propia desaparición. Así nos dice: » …Ahora bien, para responder a esta captura, el sujeto, como Gribouille, responde a la falta antecedente, con su propia desaparición que aquí sitúa, en el punto de la falta percibida en el Otro. El primer objeto que propone a ese deseo parental cuyo objeto no conoce es su propia pérdida ¿Puedes perderme? El fantasma de su muerte, de su desaparición, es el primer objeto que el sujeto tiene para poner en juego en esta dialéctica y en efecto lo hace, agrega Lacan, – como sabemos por muchísimos hechos, la anorexia mental, por ejemplo. »

En esta línea entonces de pensar la posición en la anorexia, en el marco de esta dialéctica que posibilita al sujeto el acceso a su deseo, es que vamos a reflexionar en relación a la siguiente viñeta clínica. Vamos a hacer referencia también para la discusión de esta viñeta a los desarrollos de Eric Laurent  en un texto que él llama » Improvisación » dónde el plantea dos posibles modalidades  de la anorexia (de acuerdo al modelo del texto de Lacan » Dos notas sobre el niño » (h)), una primera modalidad ,  la anorexia en tanto síntoma que » representa la verdad del sujeto » y una segunda modalidad en que     el sujeto está posicionado en el lugar del objeto del fantasma materno, es decir capturado por el fantasma del Otro, y no tiene otra función que la de revelar la verdad de ese objeto.

 

Acerca de Silvana. Silvana consulta tres meses después de que muere su abuela a partir de un pasaje al acto suicida. Ella tenía con esta abuela, una relación afectiva muy especial.

Varios años antes, poco tiempo después de tener su primera menstruación, Silvana deja de comer y sólo puede correr y ayunar. Vive obsesionada por su peso y podríamos decir que “en el aire”, media ida, haciendo un poquito de tonta “la que no entiende nada.”

En principio no entiende por qué a su padre que es un comerciante que, en el decir de Silvana, es super exitoso, lo tildan de estafador. A quienes dicen esto ella los considera unos envidiosos.  Vive permanentemente atenta a estar cuidadosa de la envidia de los otros por el dinero de su familia.

Considera que los allanamientos que la policía hace en el negocio del padre son de rutina.

Pese a todas las evidencias, Silvana niega que pueda haber algo cuestionable en el trabajo del padre,” ella no entiende nada “La tontería es entonces, el precio que Silvana paga por sostener a este padre que no está a la altura de su función y que la deja expuesta a la demanda de una madre cuyo rasgo es desconocer el valor de la medida.

Madre que prepara para una familia de cuatro personas dos pollos para la cena o que sale de compras y trae a Silvana de regalo cinco pares de zapatos.

La madre le ordena el placar, decide regalar ropa que a Silvana le gusta y llenarlo con infinidad de vestidos, trajes nuevos, etc. que a ella no le interesa tener. Frente a esta invasión de la demanda del Otro, la respuesta subjetiva de Silvana ha sido cerrar la boca, no comer, no pensar, como única manera de poner un coto a esa podríamos decir en términos de J. Lacan de la Dirección de la Cura, » papilla asfixiante » del Otro. (i)

Su negativa a comer aparece como la única posibilidad que se plantea de instalar algo de la falta en relación a esta madre que gasta, cocina, vive sin medida,  acto que denuncia la falla de la función paterna que es  fallido en tanto y en cuanto la deja apresada en la historia familiar que al estar en riesgo de muerte   muestra :el asesinato de sus bisabuelos en los campos de concentración nazis, el abuelo materno que muere bajo las vías de un tren , un Shabbat, cuando iba al templo , apurado por llegar antes de que apareciera la primera estrella en el firmamento y con ella la prohibición de manejar. Su abuela materna amada que muere a consecuencia de un pasaje al acto suicida. Silvana dice en relación a la muerte de su abuela: » Fue la locura de mi casa lo que la arrastró”. Por otra parte, dice: » Mi mamá y mi papá cuando era chica se mataban peleándose “. Agrega: » yo me mato corriendo y ayunando “. En otro momento: » me maté con Gabi (el novio), me dijo que estaba mal del coco».

En un inicio, el trabajo en las entrevistas preliminares apuntó a que ella pudiera pasar de mostrar cómo se mataba a que se instalara el síntoma analítico articulado al sentido de la frase » Me mato “:” Me mato corriendo, me mato ayunando, me mato con mi novio. »

El análisis le posibilitó, al interrogar el deseo del Otro, hablar de la locura de la familia materna, interrogarse acerca del porqué » se mataron “sus abuelos, de sus bisabuelos asesinados, de por qué se mataban sus padres y como efecto de este trabajo analítico dejar de matarse corriendo y ayunando por estar “mal del coco”. Comienza a comer y cede la amenorrea que se había instalado hacía varios años.

Comienza de a poco a poder pensar, a dejar de taponar la culpa del padre con su estupidez, a interrogarse acerca de su deseo. El análisis tuvo como efecto entonces, la dialectización de esa posición, en la cual la única manera de instalar algo del orden de la falta era el rechazo de la demanda del Otro y que ese No dirigido al Otro fuera un momento en la dialéctica de su devenir sujeto en transferencia.

 

 

Rosa:

Rosa, es una joven de diecisiete años que consulta a instancias de su madre.  Vive con su hermana menor, su padre y su madre.

Antes de escuchar a Rosa cito a los padres a una entrevista a la que asiste solamente la madre. En esta entrevista, ante una pregunta mía acerca de si ella había perdido a alguien amado antes del nacimiento de Rosa, me dice que ella queda embarazada de Rosa al poco tiempo de un parto en que tiene un bebé que nace muerto.

Ella está constantemente pendiente de sus hijas, de alimentarlas y de cuidarlas.  Si bien esto ha sido así, desde el nacimiento de las niñas, su angustia se ha agravado a partir de la adolescencia de éstas. El punto desencadenante ha sido el rechazo a comer de Rosa, la visión de una Rosa consumida por la delgadez.

Rosa no habla prácticamente de sus » trastornos de la alimentación «, sí habla, de estar muy agobiada por el estudio, por lo que debe hacer y por la demanda de los otros. Así dice » ella me pide, me pide, yo me encierro en la pieza y la desconcierto “(Las cosas le pasan a los demás, ella intenta siempre, recomponer las relaciones, los conflictos.)

A lo largo de las entrevistas, a partir de preguntarle qué es lo que a ella le interesa más allá de la demanda del Otro y de lo que le pasa a los demás, comienza a poder plantear la posibilidad de no vivir tan agobiada por el estudio y estudiar en paz, las cosas que le interesan.

Comienza por otra parte a hablar insistentemente, de algunas cuestiones que la angustian:  a un compañero cada vez que juegan al vóley se le sale el hombro de lugar. La ruptura de la imagen del cuerpo del compañero la angustia. Habla también acerca de la incógnita que es para ella un hermano mayor del primer matrimonio del padre que aparece y desaparece, que está, dice «colgado » sin entender ella el porqué de esta alternancia, que angustia a su madre y que motiva los reproches de la abuela paterna a su padre a quien le endilga la responsabilidad por la mala relación con este hijo.

Habla de su juego con el comer o no comer, como una manera de llevarle la contra a la madre.

Plantea que lo a que a ella le preocupa es estar como dormida en la vida siempre, como ida, las cosas suceden y ella no las advierte.

Hay una inflexión en el trabajo analítico en un momento, en que escucha como un reproche, un señalamiento mío, de que había llegado tarde, le pido entonces asociaciones en relación a esta frase.

Comienza a hablar de la angustia de la madre ante sus llegadas tarde y su hartazgo de calmarla, llegando a tiempo.

Angustia de una madre que se angustia frente a su desaparición.

Comienza entonces a interrogarse en análisis acerca del porqué de la angustia de la madre cuando ella le falta.

Al interrogar el deseo de la madre la llevó a hablar de ese hermano que nunca apareció y cuyo cuerpo desmembrado quedó como un fantasma que bordeó su nacimiento, lugar que pasa a ocupar, estando como dormida en la vida, con un cuerpo desfalleciente que genera la angustia en la madre.

Fue este el primer paso en el camino del análisis en que Rosa comienza a hablar de esa incógnita que es para ella el deseo de la madre, camino que la conduce al advenimiento de su deseo.

Hablar de la angustia de la madre en relación a este hermano, le posibilitó salir de esa posición y comenzar no sólo a comer sino también a despertar a su deseo, pudo hablar de aquello que se ponía en juego en esta mostración.

Aparece claramente aquí, como antes planteábamos, siguiendo a Lacan, como Rosa puede ofrecer al Otro el fantasma de su propia desaparición, como un momento en la dialéctica de su devenir sujeto, a partir de “llevarle la contra » a la madre, a partir de decirle que no a su don de amor.

La apuesta del análisis es que este no dirigido al Otro, sea un camino en la dialéctica del deseo y no un » boomerang » que la deje entrampada en el fantasma materno.

 

 

Para concluir:

Me parece interesante hacer un contrapunto entre la posición subjetiva en la anorexia y la bulimia Decimos que en la anorexia está puesto en primer plano el deseo del sujeto articulado a la falta en el Otro, la separación del objeto, deseo de un objeto en tanto que perdido, mientras que en la bulimia prima una posición demandante en relación al Otro donde se subraya la afirmación de la consistencia imaginaria del objeto.

Tanto la huelga en relación al Otro en la anorexia, como la demanda voraz de ese objeto maravilloso en su estatuto imaginario en la bulimia, denuncian la falla de la función paterna, y los sujetos que padecen estas dolencias, se encuentran compelidos a cumplir con el mandato superyoico de ofrecer a la mirada del Otro la imagen de un cuerpo delgado.

El desafío del psicoanálisis es saber hacer con estos síntomas, teniendo en cuenta que quienes los padecen se presentan muchas veces sin interrogarse acerca de estas dolencias y con una transferencia que en muchos casos puede ser calificada de salvaje.

Nuestra apuesta será siguiendo el planteo de J. Lacan en el Seminario X (j), hacer entrar el caballo en el picadero, para que el acto analítico pueda operar plenamente.

 

 BIBLIOGRAFIA

 

a)J.Lacan .La Dirección de la Cura y los principios de su poder.Escritos. Ed. Siglo XXI.

b)J.Lacan.  El Seminario . Libro IV.

c)J.Lacan . Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente. Escritos . Tomo II. Ed. SIGLO XXI.

d)J.Lacan .El Seminario . Libro XIV. La Lógica del Fantasma. Inédito.

e)J.Lacan . El Seminario. Libro XI. Ed. Paidos.

f)Liliana Szapiro. Intervención en “Psicoanálisis y Anorexia” . sufrimiento denegado o demanda de nada”.en Psicoanálisis y Medicina. Dolencias hacia el síntoma. Ed. Atuel .1996.

  1. g) J.Lacan. El Seminario .Libro XI. Ed.Paidos.

h)J.Lacan.Dos notas sobre el niño. Ornicar Nº 37.

i)El Seminario.LibroX. La angustia. Inédito.

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